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La importancia de la tecnología y la digitalización en los 60+

La tecnología crece a pasos agigantados, pero las personas no siempre aprenden al mismo ritmo. ¿Cómo incorporar a los adultos mayores en el mundo digital, cuándo hay resistencia? 

El pasado jueves, llevamos a cabo, junto a Travesía 100, el webinar: La importancia de la tecnología y la digitalización en los 60+, con la participación especial de Rosa Melnick, la primera mujer ingeniera de sistemas en IBM y la encargada de introducir los computadores Apple al mercado chileno e instaló Oracle en Chile. Ha sido directora en más de 6 compañías, con +30 años de experiencia en gestión tecnológica, sistemas, personas e innovación. 

Actualmente Melnick, forma parte de Travesía 100, empresa con propósito social que tiene como objetivo el ayudar a los 60+ a lograr que el mundo los mire como actores imprescindibles en el futuro de la humanidad y que ellos se sientan como tales.

En el encuentro, la experta habló sobre lo que significó ser testigo del cambio tecnológico de los grandes computadores que ocupaban un piso completo y que para su instalación se requería piso falso, con instalación eléctrica especial, hace algunos años… “Fue un cambio tecnológico tan trascendente y que este sería el inicio de un cambio en la vida de todos nosotros” enfatizó.

“Era enero de 1980, y nos conseguimos la representación para Chile de los computadores Apple y las tiendas en donde se vendían y así pondríamos en las manos de cualquier persona el poder de una gran computadora, introduciendo con ellas las planillas de cálculo, los procesadores de texto, la magia del diseño y mucho más. Esto marcó un antes y un después en lo que sería revolución de la informática” relata la ponente. 

Después de eso Chile no volvió a ser igual, la tecnología se instaló y empezó a avanzar con rapidez puntualizó Melnick. Uno de los grandes desafíos ha sido el incorporar al adulto mayor en el mundo tecnológico. 

La inclusión digital de los colectivos de mayor edad presenta un desafío no sólo en Chile, sino en el mundo. La diferencia entre el uso de la tecnología por parte de los jóvenes y los ancianos tiene una explicación relativamente simple. Casi toda la nueva tecnología está diseñada para ser utilizada por personas más jóvenes. Los diseñadores y fabricantes están ignorando deliberadamente a los mayores de 50 años cuando crean nuevos productos y servicios. Al orientar los productos a personas más jóvenes, las empresas en realidad están reduciendo su potencial. Donde los productos han sido diseñados primero para usuarios mayores, los fabricantes han visto un aumento en las ventas en todos los grupos de edad.

La falta de conocimiento y el hecho de que los aparatos no estén acondicionados a sus capacidades limitadas debido a la edad, como la visión, el equilibrio y la coordinación con los dedos, son factores que influyen en que muchos queden excluidos del uso de nuevas tecnologías. También la experta señaló que hay resistencia al cambio. 

“Hoy más que nunca la tecnología es parte muy importante, es imprescindible, nos abre un infinito mundo de posibilidades” por eso, Melnick nos instó a capacitarnos, dejar el miedo, los jóvenes apoyar a los adultos mayores y desde el Estado generar políticas que orienten y potencien las competencias tecnológicas – digitales.

ACHS implementa proyecto destinado a proteger a adultos mayores más vulnerables

El plan preventivo enmarcado en el Fondo Privado de Emergencia para la Salud de Chile, impulsado por la CPC y al alero de la causa SiEMPRE-Solidaridad e Innovación Empresarial, irá en ayuda de más de 220 centros sin fines de lucro que acogen a más de 8.000 adultos mayores a lo largo de Chile.

En coordinación con el Servicio Nacional de Adultos Mayores, Senama, y la Presidencia de la República a través de la Primera Dama, la Asociación Chilena de Seguridad ACHS, liderará la estructuración, direccionamiento y ejecución del proyecto público-privado “Ellos nos cuidaron, ahora es nuestro turno”, que busca proteger e ir en ayuda de los adultos mayores más vulnerables del país, ante la pandemia del COVID-19.

Se trata de un plan preventivo y de cuidado que ayudará a 220 centros sin fines de lucro que acogen a más de 8.000 adultos mayores a lo largo de Chile, y a parte de las más de 50.000 personas mayores que viven solas y no cuentan con red de protección, pertenecientes al 40% de la población más vulnerable del país.

La iniciativa se enmarca en el Fondo Privado de Emergencia para la Salud de Chile que fue anunciado hace algunos días por la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) para apoyar al gobierno y al país ante los efectos de la Pandemia COVID-19, y al alero de la causa SiEMPRE- Solidaridad e Innovación Empresarial del mismo organismo.  

Para este proyecto público-privado se ha comprometido la donación de $5.158 millones, los que se complementarán a los $8.000 millones asignados por el Estado al Senama, destinados a disminuir los contagios por COVID-19 en adultos mayores y minimizar las graves consecuencias sobre la salud y la vida a las que está expuesto este segmento más vulnerable de la población.

“Aquí se plantean tres grandes objetivos para enfrentar el COVID-19: por un lado, evitar el contagio de la mayor cantidad de personas y que este proceso se extienda en el mayor tiempo posible; evitar la muerte de la mayor cantidad de personas contagiadas, y evitar que la economía se dañe innecesariamente. Para esto, la Asociación Chilena de Seguridad diseñó y estructuró un profundo plan centrado en el segundo objetivo; proteger y minimizar los efectos de la crisis sanitaria en los adultos mayores, segmento que enfrenta las mayores vulnerabilidades”, explicó el Gerente General de la ACHS, Cristóbal Prado. 

El proyecto incluye las siguientes acciones:

  • Entrega de elementos de protección personal a adultos mayores y personal de cuidado de los hogares.
  • Testeo periódico al personal de cuidado para asegurar plena seguridad a los adultos mayores residentes en hogares.
  • Monitoreo remoto del estado de salud de los adultos mayores y programa de ayuda psicológica telefónica.
  • Testeo PCR a los adultos mayores sospechosos de contagio en los propios centros de residencia.
  • Aislación social y cuidado a contagiados y sospechosos de los centros (en lugares especiales con alimentación y personal).
  • Recursos para contratar personal de cuidado de reemplazo en los centros.

Además, la iniciativa permitirá generar una mayor disponibilidad de camas críticas en la red de salud pública y privada para el resto de la población.

“Prevenir que nuestros adultos mayores sean contagiados no solo evitará un número relevante de muertes, sino que permitirá liberar camas críticas para el resto de la población, dado que los ancianos son quienes con mayor probabilidad requerirán de apoyo de unidades críticas y de ventilación mecánica frente a un contagio”, agregó Prado.