- Discurso de la Presidenta de la Fundación Carlos Vial Espantoso, María Isabel Vial, en el marco de la ceremonia de entrega del Premio 2022 realizada el 29 de noviembre.
Muy buenos días y muchas gracias a quienes nos acompañan hoy, en la Ceremonia del Premio Carlos Vial Espantoso, una distinción que iniciamos el año 2000.
Es también una jornada de reencuentro tras dos versiones virtuales de este reconocimiento.
Quiero saludar especialmente a las autoridades presentes: al subsecretario del trabajo, Giorgio Boccardo, a los representantes de las empresas finalistas, trabajadores, ejecutivos, sindicatos, a los miembros del jurado, a nuestro directorio, y a todos quienes han hecho posible esta actividad.
Todo lo que hacemos no es posible sin el apoyo permanente de nuestros compañeros de ruta: la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Asociación Chilena de Seguridad, la Asociación de AFPs, Sistema B, y nuestras empresas embajadoras – AMSA, Aceros AZA, Coca-Cola Andina, Elecmetal, Finning y Sodimac, organizaciones que trabajan día a día en un mayor desarrollo y calidad de vida de los trabajadores, el progreso de las empresas y el aporte a un mejor país. Y por supuesto, al Ministerio del Trabajo y Previsión Social, con quien compartimos desafíos.
Lo hemos dicho en múltiples ocasiones y lo volvemos a repetir. No hay empresas perfectas. Lo que testificamos a través de este reconocimiento es lo que sí existe: empresas dispuestas a mirarse crítica y constructivamente para mejorar la calidad de las relaciones humanas y laborales que se tejen en el ecosistema de su organización.
En un contexto de cambios y tras el quiebre generado por la pandemia, la evaluación hoy se hace imprescindible para entender qué lecciones y retos abiertos tienen ahora y a futuro las empresas. En la experiencia de este reconocimiento, hemos visto que la crisis sanitaria impulsó un acercamiento y conocimiento inédito de las distintas gerencias – no solo la de Personas- hacia las realidades de los trabajadores, surgiendo medidas de apoyo, colaboración y nuevas formas de trabajar que son altamente valoradas. Estos avances no pueden perderse y a eso apunta este reconocimiento, es un incentivo y un llamado perentorio a seguir poniendo en el centro del modelo de negocios a las personas y los equipos.
“En la experiencia de este reconocimiento, hemos visto que la crisis sanitaria impulsó un acercamiento y conocimiento inédito de las distintas gerencias – no solo la de Personas- hacia las realidades de los trabajadores, surgiendo medidas de apoyo, colaboración y nuevas formas de trabajar que son altamente valoradas. Estos avances no pueden perderse y a eso apunta este reconocimiento”
Todas las empresas finalistas ya han postulado en el pasado a este Premio, y algunas varias veces. Esa obcecación nos gusta, habla de compañías que sostenidamente están buscando evaluarse, recibir feedback, y ejecutar cambios para crecer. Medirse es el primer paso para entender la amplitud y complejidad de las relaciones laborales; y trabajar con conclusiones y desafíos concretos, muchas veces incómodos, cuyos resultados no son siempre inmediatos, al contrario de largo plazo.
En el contexto de la metodología que aplicamos junto a la UC, surgieron informes macizos con información cualitativa y cuantitativa que configuran verdaderas radiografías de cómo están gestionando las relaciones laborales las organizaciones postulantes.
Me gustaría compartir con ustedes algunos datos que me parecen importantes sobre las compañías que llegaron a la recta final del Premio. Agrosuper, Faenadora Rosario; Colbún; Copec; Empresa Portuaria Valparaíso; Isa Intervial; Minera Antucoya; Nestlé; SALFA: Scotiabank Chile; y Tresmontes Lucchetti. Una de ellas recibirá hoy el Premio Carlos Vial Espantoso.
Estas empresas tienen un 62% de sindicalización promedio, muy por sobre la tasa nacional de un 22%; las remuneraciones a nivel base más que duplican el sueldo mínimo; hay casos destacados de reparto de utilidades; van estrechando las brechas salariales de género; cuentan con niveles de accidentabilidad muy por debajo de los promedios de sus industrias; y, un dato que es relevante para la percepción de justicia laboral: la mayoría cuenta con procesos ciegos de selección de personal y los sindicatos perciben altos grados de objetividad en la evaluación de desempeño.
En materia de buenas prácticas, conocimos programas de formadores para acompañar y potenciar el talento de los nuevos trabajadores; la creación de nuevas gerencias enfocadas en la generación de energías limpias; academias de oficios para los trabajadores y sus familias; mentorías para desarrollar y visibilizar los talentos de mujeres; iniciativas que impulsan la participación masculina en la crianza y labores del hogar; programas de innovación en los que se impulsa a los mismos trabajadores a crear prácticas que mejoren sus espacios de trabajo; y un compromiso genuino con la reconversión laboral y la salud mental de los trabajadores, lo que demuestra una valoración de estas empresas por la persona.
Destaco estos indicadores e iniciativas porque deben iluminarnos. El espacio del trabajo es diverso por naturaleza, y es donde pasamos un tercio de nuestra vida adulta. Es en esa experiencia donde nos jugamos la oportunidad de transitar hacia una sociedad más plena y cohesionada.
“El espacio del trabajo es diverso por naturaleza, y es donde pasamos un tercio de nuestra vida adulta. Es en esa experiencia donde nos jugamos la oportunidad de transitar hacia una sociedad más plena y cohesionada”
La empresa es la réplica más próxima a la sociedad en su conjunto: Es un espacio diverso que se presenta como una oportunidad para encontrarnos con nuestras similitudes y diferencias, y colaborar hacia un propósito común, compartiendo los resultados del trabajo en equipo.
Un modelo que, si lo ampliamos, no nos cabe duda, aportará a una mayor cohesión social.
Promover y generar las condiciones para relaciones laborales saludables es entonces un desafío no solo empresarial, sino de la sociedad, del país. Y aquí estamos al debe. Hoy reconocemos a compañías que priorizan las relaciones laborales y el bienestar de sus colaboradores; sin embargo, estamos lejos de alcanzar los estándares que necesitamos; es fundamental que más empresas comprendan lo que se juega en este ámbito y se sumen con convicción y acciones concretas para mejorar las proyecciones de los trabajadores.
Vuelvo a la declaración de Carlos Vial Espantoso con la que iniciamos esta ceremonia: “Las personas son la verdadera responsabilidad social empresarial, la que nos permitirá avanzar y crecer como país”.
Para lograr esta virtuosidad, creemos firmemente en el poder del diálogo. Llevamos 20 años facilitando y cultivando espacios para la conversación, para la colaboración, para encontrarnos de maneras distintas y decidir y construir juntos la forma en la que queremos relacionarnos.
En los últimos 5 años hemos venido acompañando a directivos, trabajadores, dirigentes sindicales en un proceso de cambio de paradigma de cómo nos conectamos, de cómo escuchamos y dialogamos para transformarnos y así transformar la empresa como espacio que construimos y habitamos.
Hemos aprendido que estos cambios no son inmediatos, no son de la noche a la mañana, pero que el impacto de abrir cabeza, corazón y voluntad a relacionarnos de nuevas maneras, se ve con el tiempo, cuando hemos ejercitado el músculo del diálogo y se convierte en un vehículo para el bienestar de todos.
“El impacto de abrir cabeza, corazón y voluntad a relacionarnos de nuevas maneras, se ve con el tiempo, cuando hemos ejercitado el músculo del diálogo y se convierte en un vehículo para el bienestar de todos”
Sigamos construyendo juntos las relaciones laborales del futuro, aquellas en donde la persona está al centro de la gestión. A las empresas finalistas y ganadoras, mis felicitaciones. Este premio es sobre la calidad humana de sus organizaciones, y no creo que haya una dimensión más relevante. Recae en ustedes la responsabilidad de ser referentes y seguir innovando e inspirando. Desde sus experiencias, las empresas están llamadas a ser más protagonistas y empujar soluciones para problemas sociales que nos aquejan como sociedad; se necesitan empresas con un rol activo y participativo en la discusión y desafíos públicos.
Finalmente, quiero reiterar nuestro agradecimiento a todas las empresas que postularon y a las personas que han hecho posible que estemos hoy en esta ceremonia de premiación.